El ajolote es una especie que encierra características fascinantes y sorprendentes, sin lugar a duda, es considerado un animal con facultades superdotadas. Desafortunadamente, su conservación se encuentra en riesgo, de ahí la necesidad de conocer sobre “Importancia y estrategia de conservación del Ajolote (Ambystoma) en México”.
Para comenzar, del género Ambystoma (también conocido como salamandras topo) existen algunas especies que presentan neotenia, es decir, mantienen el estado larvario a lo largo de su vida, sin lograr superar el proceso de metamorfosis que les permite convertirse en salamandras de manera natural. Además, son animales de sangre fría que viven la mayor parte del tiempo en el agua, donde respiran a través de branquias, cuando llegan a su etapa adulta se vuelven terrestres y cambian su respiración pulmonar.
Específicamente hablando del ajolote oriundo de Xochimilco, presenta importancia biomédica, ya que posee la capacidad de regenerar extremidades y algunos órganos, lo cual ha sido objeto de diversas investigaciones en la comunidad científica. Asimismo, es muy interesante que el genoma secuencial de ADN en dicho anfibio sea diez veces mayor que el del ser humano.
En México se tiene registro de 17 especies, siendo 16 endémicas del territorio nacional. De estas 14 de éstas se encuentran protegidas debido a que sus poblaciones se encuentran bajo cierto grado de amenaza.
Lo que ha mermado las poblaciones de estos anfibios se debe, principalmente, a la introducción de especies invasoras, extracción ilegal de organismos, pérdida de espacios de conservación del ajolote, contaminación, sobreexplotación, las enfermedades emergentes y el cambio climático.
Censos del año 1998, en el lago de Xochimilco arrojan la existían 6 mil ajolotes (Ambystoma mexicanum) por kilómetro cuadrado, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). En 2014, el Instituto de Biología (IB) de la UNAM realizó un nuevo análisis y detectó 35 anfibios de esta especie por kilómetro cuadrado, “una cifra preocupante”.
El anfibio originario de Xochimilco mide de 28 a 30 centímetros. Es uno de los anfibios que presenta neotenia, por lo que pasa toda su existencia en el agua, esto significa que nunca llegará a ser adulto, aun cuando tenga la madurez sexual se quedará en etapa larvaria.
Chinampa Refugio
Las condiciones actuales de los canales de Xochimilco son adversas por la contaminación del agua, el crecimiento urbano, y principalmente, por la presencia de especies exóticas que han mermado la población de ajolotes, “al grado que en estos últimos años se considera una especie en peligro de extinción”.
Para la conservación del ajolote, la UNAM ha impulsado el proyecto Chinampa Refugio, cuyo objetivo es el rescate del anfibio. Así, dentro de esas áreas se abren zanjas, se ponen compuertas, se rehabilita y reproduce el ecosistema original del ajolote. Asimismo, se colocan otras compuertas con filtros naturales (hechas con una gran diversidad de plantas) que limpian el agua.
La idea es evitar la entrada de las especies exóticas que depredan los nidos y crías de los ajolotes.
En ese contexto, la Máxima Casa de Estudios ha implementado una estrategia alterna en la Cantera Oriente de Ciudad Universitaria. Allí, hay cuatro lagos que son estudiados para saber cuál se asemeja más a las condiciones de Xochimilco. Después de tres años de investigación, seleccionaron el lago e introdujeron una pareja de ajolotes en un ambiente controlado y observaron cómo funcionaba su reproducción.
El experimento resultó exitoso y continúan con la
investigación. Situación que es fundamental, pues
hoy día “Xochimilco es un ecosistema enfermo en
gran parte de lo que hoy queda”
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